Ponte a la cola y paga
"¿Dan algo aquí?", preguntaba una mujer a los contribuyentes que, al
mediodía de hoy, conformaban una larga hilera en la calle Faustino
Santalices. "Pois non, vimos pagar", contestó uno de la fila. A esa hora
diluviaba y 15 personas se apretujaban contra la pared a la entrada de la
oficina municipal de Recaudación, en cuyo interior, otra quincena prolongaba
la cola hasta la mesa donde una única empleada cobraba el IBI, cuyo periodo
de cobro voluntario finaliza el viernes. Conclusión: una sola oficinista
para atender a más de 10.000 vecinas y vecinos con propiedades
inmobiliarias. Mientras otros dos compañeros, ajenos a la situación, se
encontraban delante de sendos ordenadores en la misma sala. ¿Quién es el
responsable de esta nefasta gestión?
Imaxe: