He visto por algunas carreteras de nuestra comarca cómo estaban las cunetas secas por haber dispersado herbicidas. El veneno estaba esparcido por varios kilómetros, por eso deduzco que no ha sido ningún particular. Quiero llamar la atención sobre la utilización de este tipo de tóxicos que, depositado en las cunetas de nuestras carreteras, llegará más fácilmente a los regatos y ríos, envenenando todo tipo de flora y fauna a su paso. Digo yo que no sería tan difícil mantener las carreteras limpias con un poco de mano de obra y de buena voluntad. El medio ambiente a nuestros políticos envenenadores no parece importarles mucho.