Es evidente que os estáis poniendo nerviosas y ya empezáis a dispararle al mensajero.

 Vuestra torpeza os provoca ceguera. Más que torpeza, lo vuestro  es ignorancia temeraria, sois una pobre gente.

Cómo sino se puede explicar que metáis en el mismo saco a los cazadores los que ejercitan, nos guste o no, una actividad legal a delincuentes que organizan peleas de perros. De pena.

Os empeñáis en igualaros con otras protectoras para justificar el precio abusivo que imponéis a las adopciones, cuando otras, las honradas que son mayoría, prestan un servicio integral desde laceria hasta las propias del albergue y por eso se ven obligadas a cobrar por cada perro que sacan porque las subvenciones son escasas y siempre llegan tarde. Vosotras no tenéis ese problema; a vosotras solamente os interesa la parte que aporta beneficio.

Estáis empeñadas en tratar al prójimo como tontos: os sobra chulería para presumir que gracias a vosotras se dan perros en adopción, como si no fuese público que hasta hace nada gozabais del MONOPOLIO: todo perro que salía de la perrera se facturaba y el adoptante  debería pasar por caja, por vuestra caja, mientras la Administración con el dinero de todos los contribuyentes pagaba los gastos derivados del saneamiento del animal.

Mi crítica a la castración sistemática es que tiene su presupuesto en que todo adoptante es un irresponsable y va a producir camadas para  matarlas o abandonarlas, un mensaje subliminal  que mucha gente entiende, claro está menos vosotras y otros animalistas que no saben establecer límites a su ideología y se colocan en el extremo por si acaso. Sois capaces de mear con la pata levantada si os parece que el guión lo exige.

Repasa mi anterior comentario y verás que además  hay otras cuestiones, alguna se hace patente en tu texto: el acoso, la falta de respeto hacia  a los operarios de la perrera, delatado en tu inadmisible comentario final que  por otra parte está muy en vuestra línea. Ellos están solamente para limpiar caca. Vosotras para hacer caja.

Eso debería ser suficiente para que la Diputación os despache sin otros miramientos.

Posiblemente  si en  refugio hubiese 300 perros la Diputación pondría más personal “limpiamierdas” a trabajar, más “valientes” a los que tu puedas seguir detestando. A tus comentarios les reborda el odio, pretendéis transmitir respecto y amor hacia los animales despreciando a las personas.

De todas las acusaciones que hago solamente te esmeras en dos, abundando explicaciones con una estrategia de defensa inerte que se pierde entre sofismas, contradicciones y un montón de líneas que no hacen más que evidenciar vuestras porquerías, además de reeditar el principio universal que todavía gobierna el Derecho moderno: “Excussatión non petita est culpa manifiesta”.

No te interesa hablar de los perros abducidos que sospechosamente desaparecen de las calles para reaparecer después en casas de acogida o en adopción (alguno  castrado) y vosotras, como soy unas aguilillas y el resto somos tontos despacháis al personal con la excusa tan pueril: ……”Es que como no tenía microchip…”

                                                                  (Más datos en la próxima entrega)

Al lector objetivo no se le escapara eso de los escritos anónimos a los que  contribuyes.  Claro que te delatan las formas.

Mi anonimato puede quedar resuelto si formulo denuncia ante las autoridades administrativas y judiciales por los ilícitos, que de una parte y de otra cometéis constantemente de los cuales hay abundantes testimonios y pruebas.