Ante la falta de agua y la previsión de escasez de precipitaciones, en O Carballiño nos sobra este preciado bien. 

Así lo demostraron ayer nuestros gobernantes al permitir a los participantes de una prueba de bicicletas la utilización de nuestros escasos recursos.

Atónito presencié la utilización, durante más de tres horas ininterrumpidas, del agua que, con dos mangueras conectadas a una boca de riego de los jardines de la Veracruz, se utilizó sin medida para lavar unas bicicletas (un elevado número de ellas) que no llegaban apenas sucias ( lamentablemente barro no traían).

¿Realmente esto era necesario? ¿No pueden los propietarios de estas bicicletas limpiarlas en su casa, dadas las circunstancias?

¿Quién se hace cargo de este consumo de agua?

Está muy bien concienciar a la población de que es necesario hacer un uso racional de los recursos que tenemos. Lo lamentable es ver cómo desde la Administración se da el ejemplo contrario.