Las calles de bajada a la avenida del Balneario hace un lustro que están abandonadas. Venezuela, Uruguay, Brasil y Cuba, por un lado, carecen de aceras practicables para los peatones y el ejemplo está en que varios de ellos ya denunciaron al Concello por caídas. Por otro, Marcelino Parrondo, la única no latina, es invisible por las noches. Además, el personal municipal de limpieza y el de recogida de basura aparece esporádicamente. 

Una imagen que, cada día, ven los usuarios de estación de autobuses, auditorio y colegio infantil.