Aclarando eso de mentir por mentir no

10, Maio 2017

Felicidades al copenauta que sale en defensa de el alcalde de Boborás, porque lo hace con clase y muy buenas maneras. Pero es preciso especificar una serie de cosas con respecto al alcalde de Boborás.

El alcalde no criticó la opinión del tertuliano, que como todo, es susceptible de crítica, sino que cargó contra la persona del tertuliano. De forma sibilina pidió que fuese destituido como tertuliano. No contento con esto, cargó contra la vida civil del tertuliano, y eso es algo que no se le puede consentir a ningún cacique, ni tan siquiera a Cipriano.

Además, lo que dijo el tertuliano en relación a Boborás es cierto en lo absoluto, y en lo relativo. En lo absoluto porque el Ayuntamiento ha sido condenado a indemnizar a un usuario de una de sus instalaciones, y porque es un disparate poner un parque infantil en las inmediaciones de una vía de tráfico muy fluido.

Como Cipriano desconoce lo que es la libertad de expresión, y quiere que toda la corte aplauda con las orejas todo lo que hace, en vez de exponer argumentos, cargó contra la vida civil del tertuliano y se limitó a hablar de chismes y mamarrachadas. Cuando cuelguen la entrevista todo el mundo podrá ver que este alcalde cacique de la Galicia profunda pierde facultades. Nos entretiene cuando habla de las vicisitudes del salmonete, de si es pescado blanco o azul. Pero cuando, basándose en cotilleos, difama con más pena que gloria la vida civil de una persona, produce repugnancia, cierta pena, y vergüenza ajena.

Mi opinión es que el tertuliano le da mil vueltas en todos los aspectos. Tiene una lucidez mental de la que Cipriano carece en estos momentos, y una educación que no sé si Cipriano llegó a tener en ningún momento. Cipriano es en mi opinión un Cromañón de la politica caciquil de épocas que es mejor olvidar. Pero el ser humano evoluciona, y también la sociedad.